El célebre pintor Auguste Renoir dijo una vez: "Una fotografía debe ser agradable, alegre y bella. Ya hay un montón de cosas aburridas en la vida."
En sus comienzos, la fotografía se utilizó más que nada para retratar personas y lugares importantes. El proceso de fotografiar y de revelado era largo y complicado, por lo que su uso estaba bastante limitado a la gente del poder , quienes anteriormente pedían sus retratos a los mejores artistas plásticos.
Con el tiempo la cámara de fotos se fue masificando, y hoy, 172 años después del primer "daguerrotipo", ya no solo es común que en todas las casas haya una cámara, sino que se dejó de lado el revelado químico para ser digital.
Con el avance tecnológico, se pudieron retocar las fotografías y lograr una mejora de la realidad. Sin embargo los objetos más fotografiados siguieron siendo las personas y los paisajes. Una vez que acumulé una buena cantidad de fotos , la sensación que causaron en mi fue muy similar a la que expresó Renoir ... La vida, asi vista, parecia un aglomeramiento de elementos, seres y situaciones anodinas.... y me pareció insustancial que mis imágenes devolvieran esa monotonía que provoca la realidad y lo que vemos diariamente. Decidí entonces tratar de reflejar en ellas una realidad alterna- e interna- mucho mas colorida y dinámica.
Mi mundo siempre fue el de las letras, en el cual es fácil inventar una ficción: las escenas las crea en su mente el lector. Me impuse, entonces, un desafío: llevar la realidad a la fantasía, jugando con ella para transmitir sensaciones como lo hacía en mis cuentos. Fue entonces cuando me di cuenta que podía lograrlo. El Negro Dolina dijo: "El arte es la rebelión del hombre ante la malvada estupidez de los sucesos cotidianos." Llevar la imaginacion a la realidad, lograr esa rebelión , fue mi meta.
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